Pseudococcus calceolariae (Maskell)
La hembra adulta tiene el cuerpo ovalado, color blanco rojizo y cubierto con un
polvo ceroso moderadamente abundante. En el dorso posee depresiones y áreas menos provistas de cera que le dan un aspecto reticulado. Posee filamentos laterales en el borde del cuerpo, siendo los caudales más largos que el resto, de aspecto grueso, forma cónica y una longitud cercana a un tercio del largo del cuerpo. En general, su forma es similar a P. citri (Risso), diferenciándose a simple vista por el grosor de los filamentos caudales, coloración más oscura y mayor separación entre segmentos. P. calceolariae (Maskell) produce una característica secreción de color rojo intenso al ser presionada (Ripa y Rodríguez, 1999). Es una especie ovípara y la hembra deposita los huevos en masas algodonosas espesas e irregulares en forma y tamaño. Tiende a ser gregario formando colonias compuestas por individuos en diferentes estados de desarrollo (INIA, 2002b). Los huevos de color amarillo están dispuestos en masas algodonosas de forma irregular. Las hembras adultas miden 4.0 – 4.5 mm de largo. Los machos, como en las otras especies del género, son alados, diminutos y frágiles. Las ninfas son similares a las adultas salvo por su menor tamaño (Artigas, 1994) Las masas de huevos puestas por cada hembra, fluctúan entre 150 y 600 huevos cada una. Las ninfas de primera generación, aparecen en primavera (septiembre) y alcanzan el estado adulto a mediados de octubre, luego de 3 mudas en 20 – 25 días. Usualmente se presentan 3 – 4 generaciones en el año, en climas especialmente benignos llegan a 4 (Artigas, 1994). El estado invernante es la ninfa de primer y segundo estado, las que completan su ciclo en septiembre (Artigas, 1994) Esta especie es posiblemente originaria de Australia, y considerada cosmopolita. En Chile es frecuente desde la I a IX Regiones. La especie afectó seriamente en 1934 – 35 en la zona de Quillota, 10 años después de reconocida la plaga por primera vez en nuestro país. El ataque fue catastrófico para paltos, chirimoyos y cítricos en la Quinta Región (Artigas, 1994).
Sus plantas hospederas son limonero, mandarino, naranjo y pomelo. También
otras especie frutales como arándano, caqui, chirimoyo, ciruelo, duraznero, frambueso, membrillo, palto, peral, zarzaparrilla y diversas plantas ornamentales (INIA, 2002b).
Pseudococcus longispinus (Targioni &Tozzetti)
La hembra adulta tiene el cuerpo ovalado con una cubierta de polvo ceroso.
Ocasionalmente presenta una franja longitudinal en el dorso, más o menos ancha, muy tenue de color gris (Ripa y Rodríguez, 1999). Posee 17 pares de cerarios, además de 17 pares de largos filamentos marginales de los cuales el par posterior es más largo que la longitud del cuerpo. Los filamentos cerosos laterales son también de longitud destacada, la mitad del ancho del cuerpo (González, 1989). Esta característica permite su rápida identificación a simple vista. Las hembras son vivíparas, es decir, las ninfas migratorias nacen directamente de la hembra, por lo tanto no hay saco ovígero. Cada hembra produce de 150 a 200 ninfas migratorias que se dispersan y se desarrollan originando otros dos estados ninfales para luego alcanzar el estado adulto (Ripa y Rodríguez, 1999)
Esta especie tiende a formar colonias con presencia de abundantes machos. Se
presenta con mayor frecuencia en mandarinas y naranjas. La abundante excreción de mielecilla origina el desarrollo de fumagina (Ripa y Rodríguez, 1999). El número de generaciones puede variar de 3 a 5, dependiendo de la temperatura. En la zona central tiene entre 3 a 4 generaciones completas en el año. Al igual que otras especies de Pseudococcus se refugia en las grietas y bajo la corteza de los árboles para reproducirse y luego se desplaza a las áreas de vegetación nueva y fruta para alimentarse. Inverna como ninfa y hembra adulta (Artigas, 1994). Sus hospederos son cítricos como el limonero, mandarino, naranjo, pomelo y otros frutales como caqui, guayabo, guindo, lúcumo, mango, manzano, maracuyá, níspero, olivo, palto, peral, vid y varias especies de plantas ornamentales y forestales (INIA, 2002c). Tiene distribución cosmopolita, principalmente Neotropical, Holártica y Etiópica (África). En Chile se encuentra principalmente en la zona de clima benigno del vallecentral, entre las regiones I a la IX (Artigas, 1994)
Pseudococcus viburni (Maskel)
La hembra adulta es de cuerpo ovalado, de color blanquecino. Una delgada capa
de cera le cubre y deja entrever bajo ésta una coloración gris. Su tamaño varía de 3 a 4mm de largo. Los filamentos laterales son delgados y de longitud menor a la mitad del ancho máximo del cuerpo. Los filamentos caudales son más largos que los laterales y más cortos que el largo del cuerpo. Los huevos son amarillos y con el tiempo van desarrollando una tonalidad más oscura. La hembra deposita los huevos protegidos por un saco ovígero. P. viburni está presente en sus diferentes estados de desarrollo, prácticamente durante todo el año. Durante el invierno, se encuentra protegido en grietas del tronco y zona del cuello y en raíces de malezas, especialmente en correhuela y malva. Se producen 3 a 4 generaciones en el año. Los chanchitos blancos se concentran en lugares muy protegidos como frutos que se topan entre sí o que están en contacto con el suelo. En las naranjas los individuos se introducen en el ombligo, lo que dificulta su
detección y control (INIA, 2002d). Esta especie es muy polífaga y entre sus hospederos se incluyen: Alfalfa, caqui, cerezo, ciruelo, cítricos, principalmente el naranjo, frambueso, garbanzo, lenteja, manzano, mora, nectarinos, níspero, papa, pepino dulce, peral, rábano, vid y zarzaparrilla. En malezas, se encuentra en correhuela, malva, amor seco, hinojo, cardo y varias especies de plantas ornamentales (Ripa y Rodríguez, 1999).
Daño de Pseudococcidae.
Los frutos se deprecian y deterioran por la presencia de mielecilla, fumagina,
restos de insectos y lanosidad que disminuyen la calidad, provocan cambios de
coloración, e inducen caída de frutos en ataques severos. La presencia de individuos bajo la roseta (sépalos) en cítricos de exportación, origina problemas de rechazos dada la dificultad para identificar los estados ninfales (INIA, 2002a).
Ataques muy intensos afectan el crecimiento del follaje y en general, hay
reducción en el vigor del árbol (INIA, 2002a)
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